Muy típicos en muchas de nuestras cocinas, pero sobre todo típicos de la Semana Santa. Y es que aunque en muchas casas se hagan todo el año es en estas fechas cuando mas se fríen. Son recetas sencillas, fáciles de hacer y donde el bacalao tiene presencia pero sin encarecer mucho el plato pues no lleva tanta cantidad. Aunque como mas ricos saben es con migas de bacalao salado que por cierto son mas baratas que los lomos también podemos hacerlos con lomos congelados al punto de sal. Con estos últimos es con los que yo los hice, lo único es que al mezclar los con la harina y lo demás se me quedaron un poco sosos, así que mejor añadirles una pizca de sal.
Mi idea eran hacer unos que había visto en una revista en forma de churros y lo intenté pero mi maña con la churrera no es del todo buena. Incluso cuando hago los churros me peleo con ella en batalla campal. Así que tuve que recurrir a los típicos buñuelos, pero si se os dan bien manejar la churrera seguro que quedan mucho mas originales.
Ingredientes:
300 gr de bacalao al punto de sal
90 gr de harina
100 ml de leche
1 huevo
1 ajo
laurel
perejil picado
aceite
vinagre
sal
- Ponemos a calentar el bacalao y 2 hojas de laurel. Cuando rompa a hervir lo retiramos del fuego y esperamos 3 minutos.
- Lo ponemos a escurrir y le quitamos la piel y las espinas si tiene. Lo trituramos.
- Cascamos el huevo separando clara y yema.
- La yema la mezclamos con la harina removiendo con varillas y vamos añadiendo la leche.
- Agregamos luego el bacalao, una cucharada de aceite, otra de vinagre el ajo pelado y muy picadito y una pizquita de sal.
- Luego montamos la clara a punto de nieve y la vamos añadiendo a la masa anterior con movimientos envolventes.
- Ponemos una sartén al fuego con abundante aceite. Ayudándonos con una cuchara vamos vertiendo en la sartén cucharadas de masa y friendo hasta que estén dorados por todos su lados.
- Sacamos sobre papel absorbente. Y servimos enseguida.