En mi empeño de aprovechar una tarrina de mascarpone pero sin hacer el típico tiramisú, llegué a esta receta. En la nevera tenía una tarrina de mascarpone que llevaba pocos días caducada. Por esos días, y a no ser que vea que el producto está verdaderamente malo, por supuesto que no lo tiro. Así que me puse a pensar en que receta emplearlo. Me encanta el tiramisú, pero no tenía bizcochos o cualquier otro sustituto para hacerlo. Tenía que ingeniar otra receta, pues ponerme a buscar una igual me llevaba mucho tiempo. Basándome un poco en la crema del tiramisú y añadiendo fruta, sobre todo unas pocas fresas que también tenían que ser consumidas en breve salió un postre fresquito, natural y rápido. Y de paso mato dos pájaros de un tiro, saqué de la nevera el queso y las fresas.
Ingredientes:
250 gr de mascarpone
200 ml de nata para montar
200 gr de fresas
2 huevos
2 cucharadas de azúcar
2 cucharadas de azúcar glas
1 chorrito de Baileys
- Batimos los huevos con las dos cucharadas de azúcar hasta que blanqueen.
- Añadimos el queso y batimos con unas varillas para que quede bien mezclado.
- Añadimos a la mezcla el chorrito de Baileys.
- Montamos la nata con las dos cucharadas de azúcar galas.
- Vamos añadiendo la nata con movimientos envolventes y muy lentamente a la mezcla de huevo y queso.
- Lavamos las fresas y las picamos en trocitos muy pequeños.
- En copas o vasos vamos montando el postre. Ponemos unas cucharadas de crema, unas pocas fresas y otras cucharadas de crema.
- Servimos regado con un caramelo o un sirope de fresa.
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