Hacía muchísimos años que no comía unas torrijas borrachas. Buffffffffff es que ni me acuerdo. En casa siempre las hacía mi tía, y alguna vez mi madre. Pero la primera ya hace 26 años que murió. Y a mi madre le gustaban mas las normales. Así que por ahí andará el tiempo que no las como.
La cosa es que en mi empeño por este año hacerlas diferentes ya que en casa son un dulce que el resto del año también se hace bastante me acordé de ellas. Y esta Semana Santa hemos comido torrijas borrachas de las que hacía mi tía Josefa. Aunque no he logrado aquel sabor que recuerdo, si he conseguido volver por unos minutos a la cocina de la casa vieja, aquella en la que pasé mi infancia.
Ingredientes:
16 rebanadas de pan
300 ml de leche
50 gr de azúcar
1 trozo de cascara de limón
1 ramita de canela
4 o 5 huevos
azúcar para rebozar
1 litro de vino blanco
6 cucharadas de azúcar
1 palo de canela
- Vertemos la leche en un cazo.
- Añadimos el azúcar, la cáscara de limón y la rama de canela. Y llevamos a ebullición a fuego muy suave.
- Retiramos y dejamos reposar hasta que temple. La colamos
- Vertemos en una fuente sobre las rebanadas de pan y las dejamos remojar unos minutos.
- Cascamos los huevos y los batimos.
- Escurrimos las torrijas.
- Las pasamos por huevo y freímos en aceite caliente por tandas hasta que se doren por ambos lados.
- Escurrimos y rebozamos en azúcar.
- Vertemos el vino en un cazó y añadimos el azúcar y la ramita de canela. LLevamos a ebullición, luego bajamos el fuego y dejamos cocer unos 5 minutos.
- Ponemos las torrijas en una fuente y añadimos el almíbar de vino.
No conocía estas torrijas y tienen muy buena vista.Besos.
ResponderEliminarPara mi esta forma de preparar las torrijas es nueva, muy buenas seguro
ResponderEliminarPues mira, yo borrachas no las he comido nunca así que tomo buena nota jeje
ResponderEliminarbesos